Recuerdo haber terminado la primera temporada y venir aquí muy entusiasmada a comentarla. Aquel inicio de las aventuras de los "Pulseras Rojas" estuvo lleno de emoción, risas, algún momento triste, ilusión y muchas ganas de vivir. Eran un grupo de niños enfermos que dejaban sus enfermedades en un segundo plano y disfrutaban de los pequeños momentos de la vida, con alguna que otra travesura. Me encantó. Ahora vengo un tanto desganada a comentar la segunda temporada, que no tiene nada que ver con la primera en esencia.
Esta segunda temporada ha tenido 15 episodios, 2 más que la anterior y mientras que aquella se pasó muy rápido, esta se me ha hecho eterna. Y es que esos niños tan rebonicos y con tantas ganas de vivir han crecido, han cambiado y el aire que se respira entre ellos es otro. Han pasado un par de años desde la última vez que les vimos. Cada uno lleva su vida fuera del hospital, salvo Lleó, que aun sigue tratándose el cáncer. Vuelven a reunirse para conmemorar la muerte de Ignasi, o también se ven si alguno va a hacer una visita de vez en cuando. Pero para que la serie volviera a tener a los Pulseras reunidos, los guionistas han decidido volver a ingresar a algunos de sus protagonistas en el hospital y han creado una serie de tramas pastelorras infumables. Por ejemplo, la relación entre Cristina y Lleó ha sido aburridísima y cansina. Encima han metido a una nueva chica en el hospital, Prim, y al final me voy con la sensación de que no le han sabido sacar partido más que para darnos algo de pena por su enfermedad. Ahora que menciono a los nuevos personajes, todos muy mal aprovechados. Otro ejemplo que puedo dar es el de la chica en coma, que salvo un par de episodios, el resto del tiempo como si no existiera. En definitiva, las relaciones y tramas entre los personajes han sido aburridas y se han empeñado en juntar a los Pulseras y han forzado situaciones algo irreales. Lo más sonado, ese viaje que emprenden todos juntos al final a la playa. ¿Cómo van unos críos menores de edad a coger una furgoneta e irse varios días a la aventura sin el permiso paterno? Aprovecho también para decir lo mucho que me ha desquiciado ver al pobre Roc teniendo que volver de su audición en el conservatorio para ver a los Pulseras y su madre llevándolo. ¿Pero no ven que es un menor y tiene sus obligaciones y no puede estar para aquí y para allá conforme les venga en gana a los demás? En la primera temporada me creía que pudieran hablar con él estando en coma, pero esta serie de chorradas no me las creo y me resultan irritantes. Pero ahora voy a lo que más cansino me ha resultado: la relación Lleó-Cristina. Ésta tiene novio, pero no olvida a Lleó. Al final acaba ingresada de nuevo y tal es el drama que nos han querido vender que Cristina se ha intentado suicidar porque Lleó le ha dicho que había conocido a una chica. ¡ROLLAZO! Un culebrón innecesario según mi punto de vista.
Prim ganándose a Lleó y al público siendo ella misma: ACIERTO |
Cristina con novio, pero mareando a Lleó y a nosotros hasta el punto de intentar suicidarse: ERROR |
Pero no todo va a ser malo, alguna cosa se escapa de mi dura crítica. Creo que ha sido todo un acierto poner a Toni de celador en el hospital. Es un personaje muy rebonico que es capaz de entender a las personas mucho más de lo que nos podemos pensar. El cuarteto que ha formado con los 3 niños de la planta infantil ha sido muy grande, siendo estos 3 nuevos personajes de lo mejor que le ha pasado a la serie en esta segunda temporada junto al fichaje de Prim. Nos han permitido ver esa relación tan inocente y bonita de la primera temporada entre los Pulseras. Otra cosa que salvo de esta quema de brujas es el guión de algunos episodios, como el de Lleó visitando un mundo en el que él no tiene cáncer, el del pasado del señor Benito (cuya historia es como la que podemos leer en Brújulas que buscan sonrisas perdidas) o el del secuestro en la sala de quimioterapia.
Lo MEJOR de esta temporada. Para comérselos de lo bonicos que son |
Dejo otra foto, es que me encantan :) |
Resumiendo, para mi gusto, la serie ha perdido la magia. Ha resultado entretenida hasta cierto punto, pues había tramas bastante pesadas y hacían que ver los episodios fuera una obligación. Está claro que en un contexto de enfermedad y hospitales no todo va a ser de color de rosa y que al madurar los protagonistas su inocencia inicial va a desaparecer, pero aun así creo que la serie no ha sabido robarnos el corazón como sí lo hizo antes. Ahora nos toca esperar unos cuantos años para ver a nuestros protagonistas en la tercera temporada de la serie, a ver si logra volver a ganarme.
Pues nada, eso es todo lo que tenía que decir. ¿La habéis visto? ¿Opináis como yo? Contadme cosas en los comentarios
Unos niños se van solos a la aventura, ¿en serio era necesario? |
¡Hasta el próximo post!
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