Película: Rubber (El ataque de la llanta asesina)

 

Director: Quentin Dupieux
Género: Comedia de terror. Gore. Cine dentro del cine (Filmaffinity)
Duración: 80 min
Estreno: 2010

Estamos en medio del desierto de algún lugar de Estados Unidos. Hay un montón de sillas colocadas en dos filas, muy separadas entre ellas. Un hombre espera de pie al final, sostiene en la mano por lo menos 10 prismáticos. Un coche de policía viene desde lejos y conduce en zig-zag para tirar todas las sillas. Cuando llega hasta donde está el hombre, del maletero del coche sale un policía y si dirige a nosotros, los espectadores que estamos en casa viendo la película. Esto es lo que nos dice: 

"En la película de Steven Spielberg, E.T., ¿por qué el extraterrestre es marrón? Por ninguna razón. En Love Story, ¿por qué los dos protagonistas se enamoran perdidamente? Por ninguna razón. En JFK de Oliver Stone, ¿por qué el Presidente es asesinado  de repente por un desconocido? Por ninguna razón. En la excelente Matanza de Texas de Tobe Hooper, ¿por qué nunca vemos a los personajes ir al baño, ni lavarse las manos como hace la gente en la vida real? Por ninguna razón en absoluto. Peor. En El Pianista de Polanski, ¿cómo es que este tipo tiene que esconderse y vivir como un vagabundo cuando toca tan bien el piano? Una vez más la respuesta es "ninguna razón". Podría seguir durante horas con más ejemplos. La lista no tiene fin. Probablemente nunca lo hayan pensado, pero todas las grandes películas sin excepción contienen un importante elemento de "ninguna razón". ¿Y saben por qué? Porque la vida misma está llena de "ninguna razón". ¿Por qué no podemos ver el aire a nuestro alrededor? Ninguna razón. ¿Por qué siempre estamos pensando? Ninguna razón. ¿Por qué a algunas personas les gustan las salchichas y otras las odian? Por ninguna puta razón. Damas, caballeros, la película que van a ver hoy es un homenaje a la "ninguna razón", el más poderoso elemento de estilo."

A continuación, el hombre de los prismáticos los repartirá a un grupo de personas que de repente ha aparecido justo en el lugar hacia el que el policía hablaba, esa audiencia que éramos nosotros y ahora se materializa en ese mismo punto. Vamos a asistir todos al visionado de una película, ellos con sus prismáticos y nosotros desde casa. Y esta es la película (agarraos a la silla):

Robert, como la llaman en los créditos finales, es (ATENCIÓN) una rueda de goma, un neumático viejo, que aparece tumbado en medio del desierto y de repente cobra vida. Se levantará y, tras varios intentos y caídas, conseguirá mantenerse erguida e ir desplazándose, tambaleante. Sí, como leéis, nuestro protagonista es una rueda y, lejos de ser esta una película aburrida o tan extraña que se hace imposible de seguir, es una cinta que te atrapa desde esos primeros minutos en los que aparece el neumático y lo vemos moverse, torpe. Me da hasta miedo decir esto, pero me pareció incluso una rueda muy mona. Mientras aprendía a moverse sonaba una musiquita graciosa y me hacía verla así de rebonica. Eso sí, de repente la rueda deja de ser mona, cuando su sed de venganza y maldad empiezan a brotar. Y es que esta es ¡¡UNA RUEDA ASESINA!! Empezará pisando una botella de plástico y, cuando llega a una de cristal y ve que pisándola no puede destruirla, empleará una especie de poder psíquico (como leéis) y la hará explotar. A partir de aquí, hará explotar cualquier cosa, la primera de ellas un adorable conejito que aparece por el desierto. Por cierto, justo en el momento de la explosión del conejo, ya estás enganchado perdido a la película. Ahora sabes que irá a por las personas y sí, les vuela la cabeza. 

Sí, este pájaro va a explotar...

Sí, ahí dentro hay una jovencita que va a pagar bien caro haberse dejado la puerta abierta...

La verdad es que, contra todo pronóstico, la película me ha gustado. Está tan bien hecha que de repente ves a la rueda como si fuera una persona, un asesino en este caso. Los planos que hacen de ella, sobretodo cuando llega a un motel con personas y se medio esconde, son brillantes. Nos hacen darnos cuenta de los recursos que se emplean en el cine de planos y secuencias para hacernos ver determinado perfil psicológico en los personajes. Pero además de toda la historia de la rueda, habrá otra que es la de los espectadores y sobre la naturaleza de lo que están viendo, si es real o no, de cómo lo percibimos nosotros y qué papel desempeñamos como espectadores, si podemos implicarnos o no en la película. Toda esta mezcla hace que la película resulte genial a mis ojos. Es una frikada en toda regla, con unos puntazos brutales. Además, tiene un final que me ha encantado. De verdad que os la recomiendo. Es más, os la voy a dejar aquí abajo, pues está subida entera a Youtube. Ya me contaréis...

¡Hasta el próximo post, madafakas!