Decía hace unos días cuando comentaba El mundo amarillo que me encontraba a mí misma en el libro, tanto por el contenido como por el estilo. Notaba que escribía como él, tan cercano, tan sincero, tan sencillo, tan optimista, tan soñador. Por eso me gustaría pensar a partir de ahora que si yo escribiera ficción, escribiría algo tan lindo como Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven. Mucho camino me queda para ello; de entrada, escribir ficción. No se obtienen manzanas si no se planta el manzano (¡toma invención refranera! Por algo se empieza).
Acabo de terminar de leer la novela y decir que es preciosa es quedarme corta. Pero antes de las palabras, mejor voy a describir sensaciones y reacciones, las que he tenido tras llegar al fin, pues ellas hablarán por sí solas. He permanecido durante más de medio libro sin inmutarme demasiado, me gustaban las frases que leía, las reflexiones sobre lo vivido, la descripción de los sentimientos del protagonista, cómo se iba desnudando el alma ante nosotros poco a poco. Pensaba en El mundo amarillo y en lo que tenían ambos libros en común. Y de repente, cuando no me lo esperaba para nada, todo lo anterior cobra sentido de una manera que me ha dejado atónita, con lágrimas en los ojos y me ha hecho leer las últimas páginas que me quedaban con ansia, no ya por saber lo que pasaba, sino por comprobar cómo todos los puntos se unían y daban sentido a todo lo anterior, colgando un broche de oro a la historia. Y mientras me limpiaba las lágrimas, mis labios soltaban un "joder" en dos tiempos, para que sonara más sentido y más impetuoso: "jo-der".
No deberíais seguir leyendo si no habéis leído el libro, pues lo voy a desgranar un poco y no quiero chafaros esas cosas tan especiales que tiene. Querido lector que no has leído Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven, sigue mi consejo y busca tiempo para leer esta obra, pues no te defraudará. Puedes irte, no te haré sufrir leyendo este tocho....por ahora, pues deseo que cuando leas el libro, vengas aquí a compartir tus sensaciones. Hasta pronto...
Ahora que nos quedamos a solas quienes sí hemos leído esta obra, voy a empezar por el final. Sí, la historia empieza por el final, por ese momento en el que nuestro protagonista escucha unas palabras que le harán reflexionar, pero ni sabemos qué ha pasado para llegar ahí ni sabemos qué vendrá luego. Sólo sabemos que ahí aparece por primera vez el título del libro. ¿No os pasa a veces que no entendéis el título de un libro hasta que, muy avanzada la lectura, se menciona y entonces entiendes el porqué de esas palabras? ¿y no acompañáis ese descubrimiento con un alzamiento de la vista al horizonte, fuera de las páginas del libro, en plan dramático? Pues en este libro al principio no entendemos esa frase para nada, está fuera de contexto y no la entendemos más allá que como la letra de una famosa canción que una anciana completa con ese "pero dime ven". Es a partir de este momento cuando iremos hacia atrás, poco a poco y de forma desordenada.
Dani, que así se llama nuestro protagonista, irá desnudándose ante nosotros. Nos tratará de explicar por qué es así, por qué permite que su pareja se marche y termine así su relación y, sobretodo, por qué las palabras de la anciana del principio le dicen tanto. Así pues, irá contándonos, a veces confesándonos, las cosas que le han marcado profundamente en su vida. De cómo conoce al señor Martín, quien le habla de momentos y sentimientos; y más tarde de cómo gracias a George le pondrá nombre y cara a esos momentos y sentimientos: las perlas, gente con la que eres feliz en un instante de tu vida y a la que no tienes por qué ver más. ¿Os suena de algo? A eso iré más tarde.
Como decía, Dani se desnuda, se muestra tal como es, se confiesa ante nosotros. Pero llegar a mostrar tu corazón en su totalidad no es algo sencillo, lleva su tiempo, por eso va poco a poco y de forma desordenada, pues no interesa el cuándo, sino el qué. Cuanto más íntimo es el secreto, más tarda en aparecer. Por eso nos cuenta enseguida que se marchó de casa a los 13 años y por eso también tardamos en enterarnos de lo más importante de su vida, que es enano. Bueno, más bien, que en su familia todos eran enanos y que él creyó serlo también al principio, pero creció.
Debido al desorden de la narración, Dani ha pasado por varias alturas en mi cabeza. Al principio, sin ningún indicio de lo contrario, tendemos a imaginarnos al personaje como un adulto con una altura normal (no sé si la elección del adjetivo es la correcta, perdón si llegara a ofender a alguien). Cuando nos habla de su niñez y adolescencia, volvemos a imaginárnoslo con una altura que se ajuste a su edad. De repente, cuando nos reune para contarnos su mayor secreto, nos damos cuenta de que no tiene la apariencia con la que lo habíamos imaginado en las escenas anteriores. Mi cabeza iba rápidamente cambiando de altura a la persona anterior y reemplazándola por la nueva. Pero de nuevo avanzo en la lectura y resulta que tengo que volver al modelo del principio, pues Dani no padece enanismo nunca, tan sólo sus padres y su hermano. Es lo único que le podía echar en cara a la novela, que por culpa del desorden he tenido esa serie de percances. Pero una vez más os digo que he llegado a la parte del final y he entendido todo, hasta esos problemas de lectura. Tenían sentido todo el tiempo, pero no me he dado cuenta hasta que, una vez conocido todo el pasado, he llegado al presente y me he dado cuenta de que ha sido la vergüenza de Dani la que ha provocado esa secuencia de confesiones.
Le queda una cosa que contarnos, sobre su hijo, y no es tanto que no exista, sino que él no quería que fuese enano como su familia. Y creo que ese es el punto de partida y de retorno de la vida del protagonista y de la historia, admitir que el enanismo le duele por dentro, que se ha sentido avergonzado por ello hasta el punto de renunciar al hijo que tanto quería. Punto de retorno porque al admitirlo volverá la vista atrás y comenzará a unir todos los demás puntos; y punto de partida porque a partir de aquí irá en busca de su verdadero destino, ese junto a su pareja y junto a ese niño que tanto ansían y al que ahora sabe que querrá con locura aunque sea enano. Esos miedos ya han quedado atrás.
Los puntos se unían. Se empezaban a unir en el faro de Capri del señor Martín, con el saco rojo lleno de partes de vidas de George, con el enorme parecido del niño que desaparece, con todas y cada una de las cosas que le preceden y que han significado algo en algún momento en su vida. Ahora cobran todavía más valor. Y yo como lectora también empezaba a unirlo todo. Desde la tontería del juego de palabras con su pareja para decirse "te quiero" ("No puedo vivir sin tí", "Sí que puedes", "Sí, pero no quiero"), hasta el verdadero significado del título del libro.
Son muchas las cosas que me han gustado de esta novela. Para empezar, tiene tantísimas frases que me es imposible comentarlas ahora. Cada página tiene algo especial que te llega y sobre lo que puedes reflexionar. El ejemplar que he leído es de la biblioteca y os puedo asegurar que cada dos páginas alguien había subrayado alguna de esas frases. En ese sentido, me ha recordado mucho a los consejos para la vida que nos daba Albert Espinosa en El mundo amarillo. Por cierto, ya que estamos, he visto mucho de ese otro libro en este. Frases, aplicaciones prácticas de esos consejos, el número 23, el color amarillo y, lo más importante, los amarillos, llamados aquí perlas. No he leído nada más de Albert, pero creo que me voy a encontrar más de una vez alguna de estas referencias, aunque sea de pasada, ¿no?
Otra de las cosas que más me ha gustado ha sido cómo toda esta historia tiene una aplicación práctica en nuestras vidas. Bueno, al menos así lo veo yo, que ya sabéis que tiendo a ver siempre el lado bueno de las cosas. Aquí he visto cómo el protagonista conecta los puntos y alcanza una comprensión total de su vida en general, de cómo ésta le ha llevado a donde está en ese momento, al faro. Y de cómo ésta, una vez alcanzada la comprensión, le conduce a su verdadero destino. ¿Qué veo yo en todo esto? Una visión especial del mundo que nos rodea y de la vida. De este libro he sacado que si sabemos apreciar lo bueno de cada momento o si sabemos sobreponernos a los malos momentos y reflexionar sobre ellos, al final vamos a darnos cuenta de que todo lo que nos pasa ha sido especial y tiene sentido. Yo todavía no he tenido esa gran revelación en mi vida, aunque sí me han pasado cosas buenas o malas que me han conducido a otras y así sucesivamente. Lo típico de "si esto no hubiera pasado, esto otro tampoco" y así hasta el infinito. Quizá no haya una gran revelación, sino varias. Quizá Dani, tras reconducir su vida, en un futuro haga un descubrimiento mayor que ahora no conoce puesto que todavía está uniendo puntos en el camino. Del mismo modo, también creo que todos somos enanos como Dani, de esos a quienes nuestros miedos no nos dejan crecer. Creemos que crecemos, Dani lo hace físicamente, pero en el fondo sigue siendo un enano aunque no lo admita, porque su miedo sigue ahí dentro. Hasta que no lo reconozca en voz alta, no se irá, y eso es lo que le sucede en ese faro. Él crece en ese faro, no antes en su adolescencia. Nosotros también tenemos que buscar ese faro, ese lugar en el que todo de repente cobre sentido y nos haga despegar del suelo. En fin, yo me entiendo.
Seguro que me dejo algo por comentar, son unas horas un poco intempestivas, pero así a grandes rasgos me quedo con esa lección. Al final, si uno comprende cómo ha llegado a donde está, habiendo aprendido de lo bueno y de lo malo, podrá decir "ven" y le responderán "voy". Preciosa historia y precioso final. Esta vez Albert Espinosa me ha dejado con las palabras suficientes para escribir este post. Quiero pensar que la cifra de las mismas acaba en 23.
¡Hasta el próximo post!
Este libro se lo regalé a mi madre el año pasado!! Lo compre por el titulo, me pareció muy gracioso.xD
ResponderEliminarAl final voy a dejar de leerte que no paro de apuntarme librosxDD
Uyss, si tienes el libro en casa, léetelo, que seguro que te encanta ;)
EliminarCreo que no te lo he dicho nunca pero aprovecho ahora para hacelo: ¡me encanta como escribes!
ResponderEliminarA tu lado me da vergüencica que alguien lea los comentarios que hago de vez en cuando XD XD XD
Ahora no voy a comentar nada de lo que has escrito porque te mereces una buena opinión mía así que para ello me leeré el libro por tercera vez ^^
Bueno bueno bueno! Voy a tener que hacer una captura de imagen para guardarme esto... Tú haciendo un cumplido! jajajaja Tenía razón mi horóscopo al decir que hoy se iban a alinear los planetas y la influencia de Júpiter sobre Venus iba a hacer que recibiera una sorpresa inesperada jajajajajaa
EliminarBromas aparte, muchas gracias por tus palabras. Esas cosas me animan a hacer lo que hago, aunque tampoco sea nada del otro mundo. Y para nada te sientas avergonzada porque tú tampoco lo haces nada mal. De hecho, me gustan mucho tus actualizaciones, sobretodo las de libros. Tampoco digas que tus comentarios no están a la altura porque no es así. Te recuerdo la mañana literaria del otro día mirando libros en la Fnac...ejem... Pero bueno, si quieres refrescar la memoria con el libro, corre a leerlo, pero luego ven aquí a dejar tu comentario. Te espero :)
Hola Miriam,
ResponderEliminarAcabo de leer tu comentario y, como otras veces, coincido plenamente en todo lo que dices sobre el libro. Y sí, me has podido refrescar la memoria. Yo también pienso que el libro te hace ver cosas que antes no veías y te hace reflexionar sobre la vida en general y la nuestra de cada uno en particular.
Para mí, lo que más se me quedó en mente de este libro y no he olvidado es cómo trata a los diamantes y las perlas, esas personas que nos hacen especiales un momento, sea de la forma que sea. Eso lo he podido vivir muchas veces, por suerte, después de haber leído el libro con diferentes personas que han pasado a mi lado, y este libro me ha ayudado a detectarlas y pararme a pensar si realmente esos momentos son especiales, saberlos valorar, aparte de ponerle un nombre con el cuál las podamos nombrar. Es más, recuerdo que en septiembre pasado, tras leer el libro en verano, conocí a una de esas perlas que se cruzaron en mi camino, com algunas otras, que ya no he vuelto a ver, pero que sí que recuerdo que a la perla en concreto le comenté que era una perla. Fue un momento especial, porque a veces no pasaré pero esa vez pasó que al destinatario sí que le llegó el mensaje. Fue un momento realmente especial. Y no hablo de amor ni de amistad, hablo de otra cosa que sólo se comprende si te lees el libro y comprendes en tu vida y en tus momentos a qué se refiere.
Por eso, de nuevo agradecerte estos momentos en los que compartes lo que lees con los demás, en los que explicas, tan claramente, y yo también me entiendo, lo que has sentido, porque estos momentos son tan intensos aunque fugaces que merece la pena vivirlos tan sólo por lo que te reconfortan en todo el camino de la vida en general.
Por cierto, y hablando de Albert Espinosa, me compré el libro Brújulas que buscan sonrisas perdidas, y siento decir que no he podido acabar de leerlo aún, pero no por falta de tiempo, lo intenté leer en verano, pero no fuí capaz. Era demasiado duro para mí. Sin duda, para mí, su mejor libro, de los que yo he leído, es éste, Si tú me dices ven... y me quedo con él, aunque no lo tenga tampoco. Pienso que es un buen regalo para alguien especial.
Un abrazo,
Bonito momento el que viviste con una de esas perlas, o amarillos, como lo quieras llamar. Es especial encontrar a gente que nos marque así y encima poder decírselo. Creo que además esa otra persona lo agradecerá también. No todos los días te dice alguien que le has hecho un bien en su vida :)
EliminarSobre los libros de Albert, no sé cómo será el de "Brújulas...", pero creo que el impacto de "Si tú me dices ven..." no lo va a superar ningún libro. Por cierto, acabo de despacharme a gusto con "Todo lo que podríamos..." (tengo que abreviar todos los títulos! qué largos! jajaja) porque no me ha gustado mucho. Si en algún momento encuentras tiempo, léetelo y luego me dices si compartes mi opinión o aquí ya vamos por caminos separados jajaja
Un saludo y gracias por leerme! :)
no me he leido el libro, asi que no he leido el comentario entero, pero si te ha gustado yo creo que tambien deberias ver la serie de polseres vermelles, que tambien es albert espinosa en estado puro
ResponderEliminarEn eso estoy, viendo la serie y me está encantando. Gracias por la recomendación :)
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