Cómic: El parque de la Luna de Carlo Frabetti

Para que veáis que vuestras recomendaciones no caen en saco roto, hoy vengo a hablaros de un cómic que alguien me sugirió leer hace un par de semanas: El parque de la Luna de Carlo Frabetti.

Se trata de una lectura juvenil, recomendada a lectores entre 9 y 12 años. A nuestra edad (ufff qué mal suena eso! me siento vieja!) hay lecturas infantiles y juveniles que ya no tienen tanta gracia como cuando éramos críos, pero es normal. Hace poco volví a sacar de la biblioteca El pequeño vampiro y algún que otro libro de la saga Pesadillas de R.L. Stine y los volví a leer. Ya no tenían tanto encanto, pues el lenguaje se me había quedado demasiado pueril. Además, todo pasaba muy deprisa y sin pausas. Vamos, que iban al grano, cosa que en la literatura más adulta no sucede, está todo mucho más estructurado y elaborado. Sin embargo, no por estos detalles voy a hablar mal de esas obras, es simplemente que el tiempo de disfrutarlas ya pasó, pero para un niño son tesoros por descubrir. Y en esta tesitura quisiera hablaros del cómic que me ocupa en este post, pues tengo que analizarlo como la lectura infantil que es, no puedo ponerle pegas como las que antes he mencionado porque entiendo el contexto en el que estoy. Con eso en mente, allá voy a daros mi opinión.

En primer lugar debéis saber que éste es un cómic de terror y misterio. Dos amigos hablan delante de la hermana pequeña de uno de ellos, Luna, acerca de coger las bicis e ir a visitar un parque de atracciones abandonado que cerró tras un accidente en la montaña rusa. Así pues, los dos niños van de noche al parque, pero a la mañana siguiente despiertan en sus casas sin tener recuerdo de haber ido a visitar el lugar. Todo muy raro. De pronto se dan cuenta de que la niña pequeña, Luna, ha desaparecido y los padres, cuando la policía no puede hacer más por ayudarles, deciden contratar a un detective privado, que será quien descubra que la niña ha ido al parque de atracciones. Una vez allí, algo extraño le sucede al detective y no puede abandonar el parque. Parece que aquello esté lleno de almas atrapadas y que tan sólo Luna pueda ayudarles a encontrar la paz. ¡Toma ya! No os contaré qué pasa luego y qué son esos seres deformes que habitan el parque, pero el final es bonito, dentro de lo tétrico de la trama. El argumento se las trae para ser una lectura juvenil, pero si os digo cómo son los dibujos os vais a quedar ojipláticos.

Y es que lo que me ha empujado a venir aquí y hablar de este cómic han sido precisamente sus dibujos. Todo el cómic mantiene un tono muy oscuro, pero todo lo que atañe al parque en particular es muy tétrico, apagado, fantasmagórico y lleno de niebla. Me recordó muchísimo a caminar por Silent Hill, sobretodo la parte del parque de atracciones de dicho pueblo. Los personajes atrapados en el parque también se las traen. Y si a mí todo el conjunto me dio miedo, me imagino que a ojos de un niño esto tiene que ser para tener pesadillas después. Pero entonces hago memoria y me veo a mí misma con 12 años leyendo los libros de Pesadillas, sintiendo miedo con algunos y, sobretodo, haciendo crecer mi imaginación hasta límites insospechados y tengo que admitir que este cómic es realmente idóneo para hacer lo mismo con los jóvenes de esa edad que lo lean. Tanto la historia como los dibujos son muy buenos, ya me habría gustado a mí leer esto cuando era pequeña. Pero como ya tengo unos cuantos años más, me tengo que conformar con algo que a mis ojos de adulta parece más un storyboard, un borrador de una historia que, más desarrollada y con esos dibujos tan geniales, puede ser una gran obra de terror. En fin, os dejo unas cuantas imágenes para que veáis cómo son los dibujos y os hagáis una idea de lo que digo. ¡Ah, y sigo admitiendo sugerencias!

¡Hasta el próximo post!