Seguro que alguna vez habéis oído el nombre de este personaje de ficción chino, que vuestros padres o abuelos se han referido a él alguna vez, sobretodo si se referían a los bigotes de alguien. Vamos, que el nombre de Fu Manchu os resulta familiar, como a mí me lo resultaba hasta hace unos días cuando, por curiosidad, me puse a ver una película de la saga y me di cuenta de que este señor de largos bigotes y cara de pocos amigos ¡es el villano chino por excelencia!
Pues el caso es que hace un año y pico, en un seminario sobre ciencia-ficción en la universidad, nos hablaron de Fu Manchu, personaje cuyo nombre sólo me sonaba de oídas; y desde entonces tenía pendiente ver alguna de sus películas. Este fin de semana por fin me decidí a ver una, a ver qué tal y no pude acabar más maravillada. La película en cuestión era La máscara de Fu Manchu de 1932, protagonizada por Boris Karloff. ¡Peliculón! No me imaginé que fuera a gustarme tanto, ya no sólo la película, sino el personaje de Fu Manchu porque es uno de esos villanos perfectos a los que no hay nada que los conmueva para así entreverles algún punto débil. Nada. Este señor es malo malo malo. Y mira que la mayoría de las veces que aparece en pantalla no se mueve o incluso no habla, su sola presencia ya impone bastante. En esta película, el rollo que se trae con rayos como sacados de una bobina de Tesla es impresionante. Pero vayamos por partes, que me estoy dejando llevar por la emoción.
¡Los métodos de tortura de Fu Manchu son letales! |
Esos ojos se mueven en la peli y da mucho miedo. Tranquilos, es que hay un espía de Fu Manchu detrás |
Esta película trata sobre la búsqueda por parte de arqueólogos ingleses y, a su vez, del malvado Dr. Fu Manchu, de la tumba de Ghengis Khan. Los primeros, además de querer exponer las reliquias de la tumba en sus museos, quieren tratar de impedir que Fu Manchu encuentre primero la tumba, pues de esta manera utilizaría las reliquias para volver a traer a Ghengis Khan y dominar el mundo. Como véis, Fu Manchu no se anda con chiquitas y tiene unos planes muy ambiciosos y malignos. Su ayudante en esta malvada causa será su propia hija, también mala malísima, aunque su padre le hace sombra en este sentido.
La máscara de Fu Manchu nos trae a unos personajes que ya son conocidos por el público, que son el propio Dr. Fu Manchu y su hija. El primero es doctor en varias ciencias del saber, por eso sus inventos, como esos rayos de los que hablaba antes, son muy innovadores y poderosos. Además, sabe mucho de venenos y emplea serpientes o arañas para sus fines mortíferos o aturdidores. Decía que estos personajes son conocidos porque esta no es la primera película que se hizo sobre un personaje que además había nacido en novelas, no en el cine. Por eso esta película nos empieza a hablar de evitar los malvados planes de Fu Manchu sin presentarnos antes al personaje porque en realidad ya es viejo conocido. Y no será esta la primera aparición en cine, pero sí creo que es la primera más notoria al contar con Boris Karloff para encarnar al doctor.
En fin, todo un descubrimiento para mí el pasado fin de semana. Tanto me gustó que seguí viendo otra película de la saga, esta vez con Christopher Lee como Fu Manchu, y ya me declaré fan absoluta. Ya os hablaré de esa otra película en otra ocasión. De momento os recomiendo ver esta o buscar las novelas en las que aparece Fu Manchu, como voy a hacer yo ahora mismo. Me he hecho muy fan de algo que ha estado toda la vida ahí y que nunca me había animado a conocer. Así que a ver si con este post consigo que alguno de vosotros también se anime y descubra todo un tesoro de la ciencia-ficción y el misterio.
¡Volverá! |
¡Hasta el próximo post!
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