Los sábados por la mañana, a menos que tenga algo que hacer, me gusta pasarlos en casa viendo dibujos animados como antaño. Siempre he dicho que uno de los mejores recuerdos que tengo en materia de dibujos animados no son los propios dibujos en sí, sino el momento de verlos, que solía ser las mañanas del sábado gracias a Club Disney o Megatrix. Hoy es sábado por la mañana y hace un frío que pela, pero me he puesto a ver dibujos mientras desayunaba, así que se me ha ocurrido venir aquí a hablaros de esta serie en concreto que es la que estaba viendo y que continuaré en cuanto termine este post. Seré breve, pues.
Os voy a poner en antecedentes para que lleguéis a comprender lo genial de esta serie. Desde pequeña he odiado y tenido un asco tremendo a las muñecas, el color rosa y la cursilería. Asi he salido. Esto no ha cambiado en mi edad adulta, aunque quizá sí se ha suavizado porque no es plan de ir por ahí negándome a tener algo rosa y pillarme una rabieta por ello. Por tanto, ¿cómo es posible que me encante una serie que contiene todos esos elementos purpurinosos y chiclosos que tanto he rechazado siempre? Con este post pretendo responder a esta pregunta y además, convenceros de que veais esta serie si no la habéis visto nunca.
Para empezar, quienes me recomendaron esta serie han sido siempre personas adultas y, en su gran mayoría, chicos. Eso ya me puso sobre alerta porque algo debía pasar con esta serie para que tíos hechos y derechos me estuvieran confesando que la veían y les encantaba. ¿Mi pequeño pony? ¿Pero esa no era una serie que había cuando yo era pequeña y de la que además vendían muñecos? Sí, hay una serie de toda la vida que se llama así, pero la de ahora es una nueva versión, basada en aquella, pero con una vuelta de tuerca. Total, que hay ponys, mucho color rosa, muchos valores de amistad, mucha ñoñería, y muchas cosas más que son un calco de la versión de antaño, pero aun así, esta nueva My Little Pony es diferente. ¿Por qué?
Si uno, llevado por la curiosidad, se pone a ver el primer doble episodio que lo empieza todo, se dará cuenta de que esta es una serie que se desmarca de toda cursilería. No digo que no tenga sus momentos ñoños, porque recordemos que es una serie para niños, pero puede más el enorme frikismo de las escenas y quizá también la adorabilidad de los personajes. Hablando claro, el primer episodio parece una partida de rol o una aventura fantástica propia de una peli de aventuras. Todo friki que haya leído libros de fantasía o haya jugado a rol se puede quedar boquiabierto al ver el comienzo de la serie. Y os puedo asegurar que no va a ser lo único friki que se va a encontrar. Unos pocos capítulos más adelante, habrá uno que nos recuerde a El Hobbit de Tolkien, por poner un ejemplo. Y así, los puntazos y homenajes frikis se irán sucediendo, introduciendo frases de pelis o libros, guiños a películas, argumentos que nos resultan familares, etc. Por ejemplo, hay un personaje que se llama Dr Whooves ("hooves" son pezuñas, pero el comienzo se pronuncia igual que "who") y tiene una marca de un reloj de arena que simboliza el tiempo. ¿Os suena de algo? Estoy ahora recordando un final de episodio que era muy parecido al final de Star Wars: una nueva esperanza. Aquel día casi se me salen los cereales por la nariz porque no me esperaba ver semejante puntazo. De verdad, esta serie es MUY friki y lo que os estoy contando ahora es poco.
El argumento es bien simple. Twilight Sparkle es un unicornio que vive en un reino y estudia la magia. Como no tiene amigos y sólo se preocupa de estudiar, la Princesa Celestia la enviará a un pueblecito para que prepare una fiesta y así haga amigos. Esto pasa en el primer episodio en el que al final todos los personajes principales emprenden un viaje para salvar el reino y se convierte todo en una partida de rol como he dicho antes. El caso es que tras esta aventura, Twilight Sparkle hará nuevas amigas (Rarity, Pinkie Pie, Rainbow Dash, Apple Jack y Fluttershy) y se quedará en el pueblo a vivir. Además, todos los episodios pretenden enviar un mensaje de respeto, amistad, tolerancia, paciencia, etc todos valores positivos. Para ello Twilight, al final de cada episodio, escribirá una carta a la Princesa Celestia para contarle lo que ha aprendido con esa aventura. Total, que de cara a los niños esta serie es divertida y les enseña a ser buenos con los demás; y de cara a los adultos, además de estas cosas, podemos disfrutar de un montón de guiños a otras cosas y pasarlo muy bien.
En fin, son capítulos de 21 minutos que se pasan volando y son muy divertidos. Si alguna vez habéis sentido curiosidad al ver que estos dibujos triunfaban más entre adultos que entre niños, ya sabéis que es porque son muy frikis y adorables. Os animo a, por lo menos, ver el primer episodio. Para picaros un poco, voy a dejar más abajo imágenes de algunos de esos puntazos frikis....
¡Hasta el próximo post!
Espera, ¿me estas diciendo que una serie que de pequeña odiaba, han conseguido mezclar pony's con juegos de rol, Doctor Who, Alicia en el País de las Maravillas o el gran Lebowski?
ResponderEliminarCreo que ya se que voy a hacer los próximos 21 minutos de mi vida...
Un besazo giganteeee
Lena
Empleaste aquellos 21 minutos en hacerme caso y empezar a ver la serie??? :D
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