No es la primera vez que me encuentro en esta situación, la de tener que decir adiós a una serie de televisión que me ha aportado y me ha hecho sentir tanto a lo largo de sus años de emisión. A veces es tanta mi implicación durante ese tiempo que la pena que me produce el camino hacia el final y el vacío que éste me deja después son grandes. En unas pocas horas le tocará el turno a Hora de Aventuras y siento la necesidad de dedicarle unas palabras de elogio muy personales porque las merece.
He visto muchas series de animación que me han parecido increíbles y absolutamente maravillosas, como lo pueden ser Gravity Falls, Over the Garden Wall o Historias Corrientes, pero ninguna ha durado el suficiente tiempo en pantalla como para haberme provocado algo más que levantarme del sofá y aplaudirles por su genialidad, con algunas hasta que me dolieran las manos. En el caso de Hora de Aventuras, tras 10 temporadas puedo decir que esta serie me ha hecho reir, llorar, gritar de sorpresa, casi explotar la mente en muchas ocasiones, teorizar sobre algunas cuestiones de la serie con amigos o en internet, cantar porque sí sus pegadizas y tontas canciones en los lugares y momentos más inesperados, pasar buenos momentos sola o acompañada, soñar con que Bubbleline es cierto y encima es canon, almacenar montones de merchandising, emocionarme con la aun mayor cantidad de fanart que tengo y miles de cosas más con más fuerza que ninguna otra serie. A tenor de esto, ¿veis como necesito desesperadamente escribir este post? Demasiado tengo dentro y no me puedo callar. Y muchas más cosas que seguramente me deje por decir porque se me echa el tiempo encima y no voy a poder pensar con tranquilidad en esas cosas. Pero es que estoy segura de que aunque me tomara semanas para preparar este post, seguiría sin decirlo todo. En fin, ¡al lío! Y, ¿qué mejor título para este post que "Acompáñame", traducción directa
del título del episodio final, "Come Along with Me" para haceros ver lo que ha significado esta aventura para mí, cómo me ha acompañado a mí todos estos años? Una de las cosas que ya me hizo asomar la lagrimilla hace algunas semanas fue saber que el episodio final se llamaría así, justo como la primera frase de la canción de los créditos finales. En esos detalles reside parte del encanto de esta serie.
"Hora de Aventuras". Pues sí, aventuras había por un tubo cuando comencé a verla en su día. La serie daba lo que decía su título, aventuras protagonizadas por un niño y su perro. En los créditos iniciales se les puede ver contentos yendo de aquí para allá haciendo frente a lo que se pusiera delante, culminando con una maravillosa imagen en la que Finn alza una espada al cielo en lo alto de una montaña mientras su fiel amigo descansa a sus pies en una escena totalmente épica. Sin embargo, ya desde el inicio se nos mostraba que la cosa no solo quedaba ahí, que había un trasfondo bastante perturbador y misterioso en lo que simplemente parecía salir a vivir aventuras. Y es que de nuevo si nos fijamos en los créditos iniciales, antes de llegar al siempre feliz y dicharachero Candy Kingdom, pasábamos a través de zonas completamente destrozadas, abandonadas, llenas de basura y claramente fruto de una catástrofe. Es ahí cuando te das cuenta de que Hora de Aventuras tiene algo que va mucho más allá de ser una simple serie de animación para niños.
Los años y las muchas temporadas que vinieron después me hicieron ver que efectivamente la serie iba más allá. El Mundo de Ooo se hallaba en nuestro planeta Tierra, muchos miles de años en el futuro, y las denominadas "guerras champiñón" fueron las detonantes del panorama postapocalíptico que podemos ver en casi cada capítulo. No hace falta decir que "champiñón" hace referencia a la forma de la nube tóxica que dejan las bombas nucleares tras su explosión. Tiene más sentido entonces que al protagonista se le llame "Finn el humano" y no simplente Finn, porque si todo transcurre en la Tierra, ¿por qué sus habitantes son animales, robots, caramelos, monstruos y demás seres mágicos que hablan? ¿Dónde están los humanos? Que Finn se apode así quiere decir que no quedan humanos y probablemente sea el último, o al menos que escasean. A todas estas conclusiones llegué en su día y me hicieron admirar la serie aun más. Desde ese momento, cada vez se ha ido dando una vuelta de tuerca a todo y cada vez he ido flipando y admirando más a sus guionistas. Y no me cabe la menor duda de que hoy el final va a volver a ofrecernos una de esas vueltas de tuerca. Porque sí, entre aventura y aventura nos han ido mostrando, aunque de forma desordenada con flashbacks y flashforwds constantes, cómo el mundo y el universo , perdón, multiverso, han ido evolucionando hasta llegar al momento presente de la serie, con Finn y Jake como protagonistas. Por ejemplo, hemos visto a la encarnación de los 4 elementos (hielo, fuego, caramelo y baba) luchar contra un meteorito que iba a asolar el planeta miles de años antes. O también hemos visto a un Lemonhope viejo pasearse por un abandonado y desolador Candy Kingdom. Y si hablamos de flashbacks, hay una línea argumental que me toca el corazoncito y es la del Rey Hielo.
Desde que Finn y Jake ven ese vídeo en el que el investigador Simon Petrikov encuentra una corona extraña y son testigos de cómo la locura se desata en él, para mí hay un antes y un después en la serie. Recuerdo haber visto este capítulo con mi hermano y quedarnos los dos con la boca abierta, yo visiblemente emocionada y tratando de no hablar para disimular el tremendo nudo en la garganta que tenía. Eso por no hablar de los maravillosos capítulos de "Remember Me" y "Simon & Marcy" en los que descubrimos que el Rey Hielo y Marceline se conocen y además algo muy bonito les unía, hasta que la corona lo terminó volviendo loco. Osea, por favor, ¡si hasta me estoy volviendo a emocionar ahora mientras escribo! Ainsss, pero ¿entendéis lo que quiero decir con todo esto? Bajo la apariencia de dibujos para niños repletas de chistes de pedos (porque los hay y mucho, sobretodo al principio) y misiones que desempeñar por parte de los dos personajes protagonistas, se esconde una historia sobre la vida misma, sobre sentimientos, sobre la lucha del bien contra el mal y lo hace con capítulos que directamente van a tocarnos el corazoncito de una manera muy fuerte, tanto para bien como para mal. Se nos habla de la muerte, de la pérdida, de la soledad, de la decepción, del desamor, de la locura; de la amistad, de la autoestima, de la responsabilidad, de la llegada a la madurez y mucho más que no pasa en otras series de dibujos animados. Mezclando cosas buenas y malas (y algún spoiler que otro, lo siento), recuerdo ahora por ejemplo cuando un señor galleta quiere ser princesa pero no lo aceptan y se suicida, cuando Finn descubre que su padre es un poco gilipollas y se le cae de un pedestal, cuando Finn se ve obligado a matar (no diré a quién) para protegerse, cuando los hijos de Jake se dan cuenta de que su padre está sumido en un estado de inmadurez del que posiblemente no saldrá nunca, cuando Marceline expresa lo mal que se siente con una canción que va dirigida a cierta persona que parece no querer saber ya nada de ella, cuando el Rey Hielo recuerda a Marceline, cuando Marceline ve una foto de su madre y se echa a llorar, cuando Finn en otro universo forma una familia, envejece y muere; cuando un personaje se sacrifica para que se lo coman los zombies y así los demás sobrevivan. Ufff, me estoy emocionando otra vez... ¡Pero si hasta incluso se nos habla de las consecuencias de jugar a ser un dios creando vida y no siendo responsable de ella! La trama de la Princesa Chicle y Limoncio me recuerda muchísimo al Frankenstein de Mary Shelley y eso me encanta.
A toda esa mezcla de sentimientos y espíritu aventurero se le unen muchas más cosas que hacen que esta serie en muchas ocasiones sea complicada de entender, que nos vaya a explotar la cabeza. Digo esto porque de pronto aparecen viajes temporales, no absentos de paradojas; el universo se expande y nos hablan del multiverso y sus infinitas posibilidades; el bien y el mal se materializan en personajes como nuestros protagonistas, Billy, el Lich, los guardianes de Marte, algo llamado Golb, el hijo de Trompi (perdonad, no recuerdo los nombres ahora mismo); la línea temporal de la historia se va completando con contínuos capítulos que hablan del pasado y el futuro del Reino de Ooo y en definitiva la serie adquiere un tono metarreferencial para tratar de comprender que las dicotomías vida/muerte y bien/mal están siempre presentes en la vida.
Es a tenor de esto último y del personaje de Golb que me quiero confesar. Y es que a pesar de haber visto esta serie desde sus inicios y haber visto repetidas muchas veces las primeras 5 temporadas, hubo un momento en el que dejé de ver la serie y me dedicaba a ver la temporada cuando ya estaba finalizada y había pasado mucho tiempo. De hecho, las dos últimas temporadas no las había visto y me las vi de tirón este verano. Mi ritmo irregular de los últimos tiempos, el hecho de no haber visto al menos una segunda vez esos episodios y sobretodo mi mala y penosa memoria han hecho que alucine pepinillos al meterme esta semana en internet y descubrir las teorías que los más fans vienen sosteniendo en los últimos años. Y es que al parecer el misterioso Golb al que hemos visto en un par de ocasiones y al que nos han mencionado también en un par de ocasiones va a jugar un papel importante en este final de serie. Incluso aparece en algún dibujo promocional que hicieron los creadores de la serie, osea que sí es importante y si os soy sincera me he sentido como que no lo he visto nunca, no sabía quién era. Sí es cierto que viendo vídeos, me han refrescado la memoria con los episodios en los que sale, pero siento que no sé quién demonios es. Todo parece indicar que va a ser el boss final, el malo malísimo, uno que parece ser la misma muerte. Me da hasta cierta vergüenza reconocer esto, porque resulta que no soy tan fan como creía jajajaja. ¡Qué poco tiempo le he dedicado a Hora de Aventuras en los últimos años!
En fin, decía al principio que la serie ha significado mucho para mí. Me he detenido primero a contar cómo veo la serie en perspectiva porque esa opinión, ese sucesivo descubrimiento de subtramas, es lo que ha hecho que desde muy pronto viéramos la serie con otros ojos, que nos pusiéramos a hacer nuestras propias teorías de ese mundo, nos emocionáramos con ciertos personajes a los que ahora tenemos un cariño especial (EL REY HIELO!!!!!!), nos dedicáramos a meter el Mundo de Ooo en nuestro mundo. Por ejemplo, celebramos un cumpleaños donde la temática era Hora de Aventuras y creamos un juego de rol en el que había que rescatar a la Princesa Chicle porque el Rey Hielo la había secuestrado; también nos cosplayeamos de varios personajes de la serie en varias ocasiones, en dos cumpleaños más amigas mías me pintaron cuadros de personajes de la serie, versión normal y versión Star Wars; y más cosas que ahora no recuerdo. Y bueno, si todo sale bien, esta semana va a pasar algo que me tiene muy emocionada y que ya os contaré porque aun no me lo creo y hasta que no ocurra no quiero decir nada.
Queda menos de una hora para que se emita el final en USA y un par de horas para que yo lo pueda ver si es que no puedo verlo en directo. Ya escribiré otro post del final y de eso secreto que aun no puedo deciros, pero quisiera dejar aquí por escrito lo que espero de este final:
-Que el Rey Hielo, mi personaje favorito, y su amada "princesa" Betty recobren la cordura y recuerden y vuelvan a estar juntos, aunque sea durante muy poco.
-Que explicitamente Marceline y la Princesa Chicle expresen su amor la una por la otra y se besen (hubo un capítulo en el que muy sutilmente dejaban caer que estaban juntas, pero los fans queremos más, sobretodo quienes somos LGBT porque es un subidón de autoestima brutal, la confirmación de que la diversidad y el amor por ella también están presentes en los dibujos animados. Gracias, Rebecca Sugar, por tener un par de ovarios y mostrar una boda lésbica en Steven Universe que ha sentado precedente y ha removido los cimientos de la animación actual al ser tan explícita y tratar algo con la normalidad que en realidad debe tener).
-Que los dos amigos, hermanos, colegas por excelencia sigan perpetuando su leyenda, su amistad, sus aventuras y que no tenga que morir uno para salvar al otro y además con ello justificar que la serie llegue a su fin. Que sigan juntos hasta que se mueran de viejos, vamos.
-Que de alguna manera veamos qué o quién maneja todo el universo de la serie ya que tanto se ha filosofado sobre la vida y el universo.
-Que, hagan lo que hagan, me dejen contenta y llorando de felicidad para que se me quite la pena por el final.
-Que sea un finalazo a la altura de las grandes series que he mencionado al principio, pues sus finales me dejaron con el culo muuuy torcido.
En fin, termino este post haciendo mención especial a las canciones de la serie, destacando "Bacon Pancakes", "Everything Stays" y, por supuestísimo, "The Time Adventure", canción que veremos esta noche en el final y es absolutamente preciosa.
¡Hasta el próximo post si no me he ahogado en un mar de lágrimas!