viernes, 13 de marzo de 2015

Cómic: Tintín en el Congo


Nota: este post recoge una serie de detalles un tanto peliagudos del cómic "Tintin en el Congo". Para nada es una mala crítica a la obra de Hergé, tan sólo me centro en un único volumen. De hecho, habiendo leído ahora más cómics de Tintín, creo que es una magnífica serie de aventuras, así que pido desde aquí mil perdones a los fans por lo que viene a continuación.


Este post también podría titularse "Mi primer Tintín". Lo que vais a ver ahora no es una reseña propiamente dicha, sino que más bien voy a resaltar un aspecto concreto de un cómic que no deja indiferente a nadie. Para hacer dicho repaso necesito antes contaros que esta ha sido mi primera experiencia leyendo un cómic de Tintín, de ahí el segundo título de post que tenía, y creo que si de pequeña hubiera leído los cómics de Tintín como sí hacía con otras muchas series no me habría escandalizado tanto de lo que os voy a contar a continuación. Y voy ya al lío porque si no sabéis de qué hablo, seguro que estará aumentando vuestra curiosidad.


Acudí a la biblioteca una tarde acompañando a mi hermano porque tenía que estudiar. Él, no yo. Para pasar el rato, servidora acudió a la sección de cómic de aquella sala decidida a leer algo de Lucky Luke o El Pequeño Spirou, obras que leía de pequeña muy a menudo, pero el amarillo que plagaba una de las lejas de la estanteria llamó mi atención: eran los cómics de Tintín. Nunca antes había leído aquella serie, así que pensé que sería buena idea comenzarla aquella tarde en la que tendría tiempo para leer unos cuantos números. No sabía cuál era el primero, la numeración de la biblioteca era un tanto desastrosa, así que miré la contraportada de uno de los tomos y vi que Tintín en el Congo aparecía el primero (ahora sé que antes hay un cómic llamado Tintin en el País de los Soviets). Lo cogí suponiendo que sería el número 1 y allá que me senté en la mesa para comenzar la lectura. 

Al principio todo iba bien, Tintín se embarcaría rumbo al Congo para hacer un reportaje del país, pues el muchacho era, es, periodista. En el barco ya aparece un africano que se refiere a Tintin como "siñor", con esa forma de hablar que parecen tener los africanos en casi todas las pelis o libros en los que los he visto intervenir, con lo cual no me pareció un detalle relevante. Pero claro, si conforme avanzaba la historia veía cómo los negros, mediante el habla, sus costumbres y otras cosas, quedaban como paletos a unos niveles ya un tanto denigrantes, pues me empecé a escandalizar un poco.







Es entonces cuando llegó esta escena:







Tintin va en un jeep y al cruzar las vías del tren, viene el tren y los arrolla. La culpa es claramente de Tintín, pero ¿lo va a arreglar él? No ¿Va a mover un dedo? Sí, para señalar a aquellas personas dónde estaba su trabajo. Y la repanocha es cuando Milú, el perro, los tacha de ¡perezosos! Por último, tras recolocar el tren, uno de los africanos dice "el siñor blanco muy listo", cosa que dejo a vuestra libre interpretación, pero ya os digo que mi reacción fue muy dramática. Señores, en aquel momento lancé al universo un tweet con mi asombro por lo que estaba leyendo, con foto incluída. Muchos amigos me transmitieron su mismo sentimiento de incredulidad, sobretodo porque ya conocían el cómic y sabían de su fama. Y ahí se quedó, dejé de leer y no quise saber más de Tintín... hasta hace un par de semanas. 

Pasaron un par de años, pero mi curiosidad volvió cuando pasé de nuevo por aquel pasillo y aquel color amarillo me llamó la atención otra vez. Me dije que tenia que darle una segunda oportunidad. Pues bien, tras la lamentable escena del tren donde abandoné la lectura, había perlitas como esta:




Sí, Tintín va de caza y ya os avanzo que mueren a sus manos muchísimos animales, pero hay dos casos que me han puesto los pelos de punta. Uno es el que habéis visto en la imagen superior. Un mono secuestra a Milú y, para rescatarlo, Tintín mata a otro mono, le quita la piel y se la pone él de disfraz para así poder acercarse al primate. ¿En serio? Pues sí y encima no es lo peor que he visto. ¿Que cómo puede algo ser peor que esto? Juzgar por vosotros mismos:







¡Tintín ha hecho explotar en mil pedazos a un rinoceronte con dinamita! Antes de esta parte del rinoceronte me llegué a cuestionar si las cosas que había visto antes y me habían dejado blanca del susto no serían producto de la traducción de las palabras. Es decir, con la escena de la piel del mono, quizá fuera un disfraz y no andarían por ahí tiradas las vísceras de aquel pobre animal; o la escena del tren no empleaba aquellas palabras o tono tan ofensivo, pero de repente llega esta escena y la última viñeta de la secuencia y no hay lugar a dudas. ¡Si hasta se ven los trozos del rinoceronte por ahí desperdigados! Todo un detallazo que Hergé no los pintara de rojo sangre. Y tan escandaloso es este episodio con el rinoceronte que, para mi sorpresa, el otro día descubrí que fue censurada en una edición posterior del cómic. El ejemplar de la biblioteca tiene muchísimos años y no sufrió esa censura, pero el otro día estuve en una conocida tienda de libros y como vi el cómic en catalán, quise mirar cómo era la traducción de todos los pasajes escabrosos. Cuando llegué a la parte del rinoceronte, esto es lo que vi:




No recordaba para nada que eso fuera así y tampoco pude encontrar lo de la dinamita, así que supuse que en esta versión más moderna habían censurado esa parte. No me extraña.

Antes de terminar, quisiera mostraros otras fotos que saqué a los momentos en los que se van de caza y matan animales gratuitamente:




Resumiendo, en mi primer Tintín encontré racismo y maltrato animal. Y tanto me escandalicé que puse en duda el éxito de este personaje y de sus historias. No obstante, he seguido leyendo más números y he de decir que las historias de este personaje de Hergé molan mucho y que son geniales en cuanto a aventuras se refiere. Te pasas todo el cómic yendo de un lado para otro, sorteando peligros y dando esquinazo a un montón de malhechores que van tras Tintín y su inseparable Milú. Espero, pues, hablar de estos cómics en otro momento. Ahora simplemente quisiera zanjar la historia que he tenido con Tintín en el Congo, una que no ha empezado con buen pie.

Tengo entendido que hay muchas otras "perlitas" en otros números de la saga, las iré descubriendo, pero no creo que puedan ser peores que todo el conjunto de barbaridades que he visto en este cómic en concreto. Quizá la intención de Hergé era poner de manifiesto el trato que le daban en aquella época los blancos a los negros, tratándoles de inferiores y, prácticamente, de tontos, no lo sé. Y quizá también esa caza a diestro y siniestro llevándose por delante los animales que sean y como sea pretenda hacer una crítica a los cazadores, tampoco lo sé. Lo único que sé es que si pretendía ironizar y criticar con ello, le sale el tiro por la culata y nos acaba espantando a todos con escenas como las que os he enseñado. En fin, os paso ahora la pelota a vosotros, ¿qué opináis? ¿Soy yo sola o esto da un miedo que te cagas? Contémonos las penas, pues, en los comentarios. Os espero.

¡Hasta el próximo post!

2 comentarios:

  1. Nunca pense que veria algo asi en un comic como Tintin O.o
    Es cierto que en la epoca que la dibujó el autor, estos aspectos no estaban tan mal vistos, pero a dia de hoy, si que impresionan.
    Una entrada muy bien llevada Miri, un beso
    Lena

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    Respuestas
    1. Yo tampoco pensé que vería eso. Pero tal y como digo, he seguido leyendo más cómics y son bastante entretenidos. No es que sean ahora la repanocha para mí, pero sí tienen cosas buenas que son de agradecer. En manos de un niño, son aventuras sin parar y eso fomenta la lectura :)

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