martes, 31 de marzo de 2015

Hoy quiero leer "Lazarillo de Tormes"...

...y hace dos días quería leer algo de Lope de Vega. Sí, se trata de más títulos que añadir a mi ya extensa lista de lecturas pendientes, pero algunos ya sabréis por qué menciono precisamente estas obras ahora: acabo de ver el episodio 6 de El Ministerio del Tiempo.


Ya hablé hace unas semanas de aquel primer episodio de esta nueva serie española. Entonces me deshacía en elogios hacia lo que parecía una apuesta arriesgada en este país, pero que me produjo un muy buen sabor de boca a primeras. Seis capítulos más tarde, no puedo estar más contenta de los resultados de esta serie. Señores, la cosa ha mejorado y mucho.

El episodio 1 nos abría las puertas a un Ministerio desconocido para todos, uno cuyos funcionarios trabajan para mantener intacta la historia y riqueza cultural de España. ¿Cómo lo hacen? Viajando al pasado por unas puertas que hay en el subsuelo. Además de adentrarnos en este entorno, es aquí donde nos presentan a los protagonistas de esta historia. En pocas palabras, mucha información, más o menos creíble y que, sobretodo, nos generaba muchas dudas y preguntas. A día de hoy, algunas de esas cuestiones han quedado resueltas, como la polémica con la puerta que lleva a un bar el día en el que ganó el Atlético de Madrid, que ahora resulta ser una puerta que está en bucle. El caso es que con cada nuevo episodio que vemos, nuestras dudas se van disipando y, mientras éstas disminuyen, aumentan nuestra atención, interés y emoción en una brillante proporción inversa. Este Ministerio sí nos da alegrías.

En tan sólo 6 semanas hemos sido testigos de una evolución muy favorable. Lo que comenzó como todo un galimatías para el público y para algunos de los personajes protagonistas, es ahora algo normal, cotidiano y altamente disfrutable. Los que seguimos la serie (los llamados ministéricos) ya hasta fantaseamos con que un ministerio así exista en nuestro país. Por poner un ejemplo para que me entendáis, a los ministéricos nos pasa como a los whovians (fans de Doctor Who), que viven (vivimos) esperando a que la TARDIS se materialice en el salón de nuestra casa y que el Doctor nos pida que le acompañemos a alguna misión. Soñar es gratis y taaan placentero... Fantasías aparte, todos los seguidores de la serie nos hemos sincronizado a la perfección con el funcionamiento de las puertas del tiempo y con las normas del Ministerio del Tiempo, de manera que con cada episodio acompañamos a Alonso, Amelia y Julian como si fuéramos uno más. Dejando a un lado esta implicación personal, si analizamos objetivamente los episodios, éstos han ido a mejor de una manera escandalosa y de esto hablaré un poco más tarde.

Saliéndonos de la trama en sí, también hemos visto cómo la serie ha pegado un gran salto. Cierto es que los datos de audiencia de la emisión en directo no han sido nunca brillantes, pues el lunes es un día de alta competencia entre cadenas, pero se ha sabido mantener con dignidad. Ahora bien, los visionados online cada semana parecen ir aumentando a un ritmo muy rápido y cada vez hay más gente siguiendo la serie por internet. Si a todo esto le sumamos todo el revuelo que se ha armado en redes sociales, con millones de seguidores generando comentarios, montajes, dibujos, fanfics, podcasts, etc tenemos entre las manos un producto con un tremendo potencial, un diamante en bruto, pero uno que hay que pulir con mimo, no convertirlo en una explotada gallina de los huevos de oro. Lo mejor es que toda esta emoción por parte de los fans no para de ganar adeptos que se unen a la gran familia de ministéricos, creando un fenómeno fan que hace tiempo no veíamos en este país con una serie de televisión de cosecha propia. Ya no hablo del perfil de espectador que se puede atribuir a una serie de estas características, el de una persona seriéfila y amante de la ciencia ficción y/o las historias de viajes en el tiempo. Es que podrían ver El Ministerio del Tiempo personas que no suelen ver mucha ciencia ficción, por ejemplo mis padres, y quedar totalmente prendadas de la serie. En mi entorno ya le ha sucedido a mucha gente así, por eso sé de lo que me hablo. Por tanto, es una serie que genera muchos comentarios, la mayoría positivos, genera debate y no para de cosechar seguidores.

Toda esta fórmula nos haría pensar que El Ministerio del Tiempo podría romper la tele e internet, y casi lo hace, pero lamentablemente por otros motivos. Los fans hemos tenido que luchar durante varias semanas para que la cadena anunciara la renovación de la serie, como por fin hicieron el martes pasado. Hay quienes tachan este miedo a maniobra generada por los creadores de la serie para conseguir que se hablara de la misma. Desconozco si esto es cierto, aunque de serlo no me parece mal. Ahora bien, lo que sí he podido comprobar ha sido un cierto maltrato por parte de la cadena al cambiar el horario de la serie en un par de ocasiones y casi sin previo aviso. Además, ¿qué puedo esperar de una cadena manipulada descaradamente por estos políticos que tenemos y que ha maltratado tanto series como Los misterios de Laura? No creo que a estos mandamases les hagan demasiada gracia las numerosas frases explícitas o con segundas acerca de recortes, robo al pueblo, mentiras del gobierno, etc que salen cada dos por tres en la serie. En fin, vamos a dejar el mal rollo de lado y a seguir hablando de las muchas alegrías que nos están dando estos funcionarios del Tiempo. 

Decía antes que la trama de la serie ha seguido una línea de evolución creciente. Cada semana, al finalizar el episodio y meterme en redes sociales o comentar con mis amigos, todo el mundo coincidíamos en que el episodio que acabábamos de ver había sido el mejor hasta la fecha. Y creo que, con alguna ligera pega que otra, esto es así, que los episodios son cada vez mejores. Los hay en los que no podemos parar de reir por los continuos chascarrillos, los hay también algo más serios y permanecemos atentos a lo que sucede, pero todos son sublimes y despiertan en nosotros un gran interés por conocer la Historia de España. No hay capítulo en el que, a posteriori, no haya recurrido al  omnisciente Internet para buscar los hechos históricos que habían acompañado a la misión propuesta por el Ministerio para la ocasión. Quizá los casos más llamativos, por haber sido trending topic en Twitter durante casi 24 horas, fueron los de Lope de Vega o Velazquez. Y me imagino que tras el episodio de hoy sucederá lo mismo con el libro del Lazarillo de Tormes. El caso es que estamos deseando conocer más, pues se habla de personajes y momentos históricos que nos resultan conocidos en muchos casos por haberlos estudiado en el colegio o instituto. En pocas palabras, que es esta una serie muy didáctica, además de amena y emocionante.


Poco más que añadir. Estoy encantadísima con lo que veo, no me canso de repetirlo y de suplicar a quienes no la ven que lo hagan, porque si no la siguen es porque aun no han visto nada de ella. Se dijo en su día que ésta sería un Doctor Who a la española y, salvo por los viajes en el tiempo y por lo desmesurado de su fenómeno fan, no le veo más analogías. En fin, me tendréis aquí otra vez en cuanto termine esta temporada, para valorar su trayectoria con algo más de perspectiva y solidez. Hasta entonces, nos vemos en las redes sociales conspirando sobre por dónde van a ir las tramas y los personajes. ¡Ah! ¡Lo olvidaba! Seguro que para entonces habrán caído entre mis manos El Lazarillo de Tormes o La Dama Boba para que los devore y, ¿quién sabe si alguna otra obra de nuestra literatura? Todavía les quedan muchos y muy buenos autores por traernos a la memoria. ¡Qué ganas de más!

¡Hasta el próximo post!

1 comentario:

  1. Vaya, hoy desde luego estás inspirada ;D
    Estoy totalmente de acuerdo contigo, ya iba siendo hora de que la televisión española pudiera ofrecer una serie de ciencia ficción de calidad, y El Ministerio del Tiempo ha llegado para hacernos disfrutar como enanos.
    Porque creo que no solo es el crecimiento positivo que tú comentas, si no que logra también empatizar con la audiencia, con guiños, frases memorables, esa inocencia por parte de Alonso y Amelia ante el mundo del s.XXI, cosas de nuestra historia... Todo se junta y logra crear una serie entretenida, amena y llena de detalles qe todos los fans agradecemos.
    Por eso mismo estoy contenta de que estén renovando para una segunda temporada, porque merece seguir haciéndonos soñar con esas maravillosas puertas que nos conducen al pasado, un besazo Miri
    Lena

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