sábado, 15 de marzo de 2014

Libro: "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger

Un libro cuyo título había escuchado miles de veces, pero no tenía ni idea de qué iba. Las palabras "El guardián entre el centeno" me sugerían algo completamente opuesto a lo que me he encontrado al leer la obra. Además, si le añado la leyenda negra que circula sobre cómo este libro ha inspirado a asesinos, en mi cabeza se había dibujado ya una historia bastante macabra. Sí, algo de la violencia y del odio que imaginaba hay, pero me he encontrado con una lectura que no esperaba para nada.

Para empezar, no esperaba un protagonista adolescente. Holden Caulfield es un chico de 16 años que nos cuenta la historia de un momento clave en su vida. Asqueado por la gente que le rodea y por el mundo en general, se plantea seriamente dejarlo todo e irse a vivir al campo, lejos de la ajetreada vida de la ciudad. "El guardián entre el centeno" me sugería un marco campestre que no he visto más que en una idea, pues Holden jamás llega a marcharse. A cambio, el libro me ha "regalado" otro contexto, uno que me es más familiar, rodeado de gente y ruido. Y he de decir que el punto de vista de Holden, aunque muy llevado al extremo en ocasiones, me ha hecho reflexionar sobre el mundo que me rodea. Por lo tanto, El guardián entre el centeno ha sido una sorpresa por no encontrar lo que esperaba y por encontrar precisamente lo que no esperaba. 

En esta historia que transcurre en apenas un fin de semana, Holden Caulfield nos cuenta cómo todo el mundo le da asco. Ve a todo el mundo como unos falsos. Imágenes violentas cruzan su mente de vez en cuando, pero nunca llegan a llevarse a cabo en la realidad. De hecho, él mismo nos dice que es un cobarde y no se atrevería nunca a llegar a esos extremos. En el fondo creo que esto no es más que un reflejo del ser humano, aunque exagerado en extremo para que lo veamos bien. ¿Quién, en un momento de rabia o enfado, no ha pensado en usar la violencia física o verbal contra otra persona? Si existiera algo que nos leyera la mente, se dispararían las alarmas cada dos por tres, pero nunca llegaríamos a llevar a la práctica esos pensamientos. El caso es que, aunque este libro emplea unos términos bastante duros y al principio nos choca ese monólogo interior de Holden, al final llegamos a entenderle e incluso en cierta manera uno puede sentirse identificado con él. Cuando terminé de leer el libro estuve documentándome sobre él y vi que es uno de los libros que más se leen en los institutos americanos porque describe muy bien cómo se siente un adolescente en ese momento de su vida. De hecho, leí varias críticas de lectores en una web de libros y la mayoría eran personas que decían haberlo leído en el instituto y haber quedado encantados por la lectura, pues se veían reflejados y decían sentirse comprendidos gracias a la obra de Salinger. Yo misma reconozco haberme sentido incómoda en muchas ocasiones por ese desquiciado Holden, pero creo que al final es un personaje al que se le puede ver algo de razón en algunas de las cosas que dice. 



Otra de las cosas que me han gustado es el final del libro, cómo una niña pequeña, la hermana de Holden, consigue hacerle cambiar de opinión. Toda esa parte me recordó a esas escenas de las películas en las que alguien va a hacer alguna tontería (suicidarse, matar a alguien, robar, etc), hay música de tensión y mucha angustia en esa persona, pero de repente llega alguien y sin saberlo impide que se cometa ese acto fatal, pues desconoce la tremenda lucha interna de esa persona. Pues aquí lo mismo. Esa niña, con su naturalidad y su enorme apego hacia su hermano mayor, consigue quitarle a Holden la idea de marcharse de la cabeza. Creo que el hecho de que ella misma hiciera las maletas y se negara a volver al colegio a representar la obra que tanto quería para irse con él hace que Holden vea que no puede marcharse, no puede dejar atrás a la gente que le necesita, no puede ser un mal ejemplo para su inocente hermana pequeña. Y ahí es donde creo que el personaje empieza a madurar y se da cuenta del momento tan clave que ha vivido ese fin de semana. 


Lo dejaré aquí, no voy a comentar nada más sobre el libro. Creo que es una lectura que no deja indiferente a nadie, bien sea porque gusta mucho o porque no gusta nada. Eso sí, invita a reflexionar sobre ese odio innato que aflora constantemente en menor o mayor medida en el ser humano. Ahora, cada vez que me enfado, pienso en Holden como referencia para medir esa ira. Tranquilos, mi medidor no despega mucho del cero, no soy peligrosa jajaja Pero para otras personas, aquellas que forman parte de la leyenda negra de este libro como el asesino de John Lennon, sobrepasa con creces el nivel de angustia de Holden. Sin duda, El guardian entre el centeno es una obra que ha de leerse, por lo menos para poder entender lo que estoy diciendo ahora. Pues nada, hasta aquí este comentario personal sobre el libro. Me dejo muchas cosas, pero creo que he dicho todas las que creía necesarias.

¡Hasta el próximo post!

PD: a modo de curiosidad os diré que el gato protagonista del libro que os he puesto en mi post anterior, You Are a Cat in the Zombie Apocalypse, se llama Holden Catfield...jajaja

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